Mini Burger de Ternera y Comté

Después de todos los Bocadillos compartidos en De Buena Mesa, entre el año pasado y este, el más reciente en febrero, fue mi Bocadillo de Pulled Chicken y Portobello con Jengibre, con el que me propuse no incidir más en el tema, no he podido evitar enseñaros, lo que desde mi punto de vista es digno de publicar, mi último bocadillo por el momento, en esta ocasión es una hamburguesa, que si bien es un clásico entre los bocadillos más populares, si obviamos el pan, también puede ser presentada en plato, siguiendo la pauta de una alimentación saludable, como alternativa, sugeriría presentarla con guarnición, sin necesidad de montar un bocata, y eso abre un amplio abanico de posibilidades, según lo que deseemos comer en el momento, quizás un poco de ensalada no le sentaría nada mal, pero renunciar a unas buenas Patatas Bastón o Gajo, para mí sería casi imposible, porque a ver quien es la guapa que resiste tremenda tentación. Aunque confieso que en esta ocasión lo hice, conteniéndome cuanto pude, y como se puede apreciar en las imágenes, solo puse en la mesa un pequeño cuenco con unas cuantas Patatas Chips elaboradas en casa, dándome el capricho, sin remordimientos de conciencia.

Sé que cuando publiqué My Perfect Burger dije que era mi hamburguesa perfecta definitiva, pero cuando me meto en faena, pensando en el Blog, no me resisto a experimentar nuevas experiencias, quizás sea por defecto bloguero, o quién sabe, si pudiera ser por mi amor desmesurado al buen comer, ya que en un principio, mi intención no era publicar unas hamburguesas diferentes, aunque la nueva tendencia culinaria de la Smash Burger me tentaba a preparar mi propia versión de la hamburguesa aplastada, que se caracteriza por prensar fuertemente la carne sobre la plancha caliente hasta conseguir que resulte de un grosor muy fino y con textura crujiente por fuera, quedando jugosa, que no cruda, en su interior, aún así no lo puse en práctica, pues solo deseaba renovar las terribles fotografías de las Mini Burgers de Ternera que publiqué en 2013, y que piden a gritos un cambio, al final, haciendo caso omiso a mi Pepito Grillo bloguero, decidí dejarlo tal como las compartí en su momento, para poder apreciar cómo he evolucionado en mi manera de trabajar cada post; habiendo realizado alguna pequeña modificación en la elaboración y la presentación, considero es una nueva receta, y aunque la calidad de las fotografías de aquellas primeras hamburguesas, deja mucho que desear, al menos os garantizo que la receta es perfecta, y no puedo menos que recomendároslas también, si os apetece probarlas.

Queso Comté

Uno de los ingredientes destacables de estas hamburguesas, ademas de la carne de ternera de primera, que he utilizado, es el Queso Comté, un queso francés con denominación de origen protegida (AOC), que me encanta por su sabor y textura. Lo primero que llama la atención de este queso, es su formato, una rueda enorme, que oscila entre los 33 kg y los 50 kg de peso, su diámetro ronda entre 50 cm y 70 cm, contando con una altura de 8 cm a 13 cm, siendo necesario para la elaboración de cada pieza, aproximadamente 450 l de leche cruda de vaca, pero no os preocupéis, se puede adquirir cortado en cuñas “pequeñas” de 1 kg aproximado, que es como yo lo encuentro donde suelo comprarlo. Después del impacto visual, que suele ser todo un espectáculo, cabe destacar su valor nutritivo, rico en proteínas, minerales, y su alto contenido en grasa, rondando el 40% por cada 100 g de queso. 

El queso Comté es un queso de pasta dura, fina y cremosa, aunque suele tener un corte liso, puede contener algunos ojos o agujeros pequeños, pero no es lo habitual, por su similitud también es conocido como Gruyère de Comté, aunque el queso suizo es de sabor ligeramente más picante. Se caracteriza por ser un queso muy aromático, con ligeros matices florales y notas de avellana, con un marcado sabor a nuez, que es lo que a mí más me gusta de este queso, siendo perfecto para servir en tablas de queso, tanto como aperitivo, entremés, postre, también, al ser un queso que funde fácilmente, es ideal para añadir a recetas de platos más elaborados, en los que el queso adquiera un papel protagonista.

Comenzamos.

INGREDIENTES

Para las hamburguesas (10 unidades)

• 500 g de Carne de Ternera, picada
• c/n Vino Blanco
• c/n de Salsa Worcestershire
• c/n de Salsa Kétchup
• c/n de Cebolla liofilizada
• Sal y Pimienta
• Aceite de Oliva Virgen Extra

Para montar los bocadillos

• 8 Panecillos Mini con Sésamo
• 8 lonchas de Queso Comté
• 8 Tomates Secos en Aceite
• 2 Tomates Negros
• Pepinillo en rodajas
• Mostaza Amarilla
• Salsa Kétchup
• Orégano
• Patatas Chips

ELABORACIÓN

De las hamburguesas

1. Disponer la carne en un bol. Salpimentar.
2. Añadir un chorrito de vino blanco, un poco de salsa Worcestershire (1 cucharada aproximadamente) y un poco de salsa Kétchup.
3. Espolvorear con cebolla liofilizada.
4. Mezclar.
5. Dividir en diez porciones de tamaño parejo. Dar forma haciendo una bola, entre las manos, aplastar con suavidad, hasta conseguir el tamaño deseado, en este caso tomar como referencia la base de un panecillo de hamburguesa pequeño.
6. Marcar a la plancha, con unas gotas de aceite, y dorar por ambos lados, hasta que estén en el punto deseado.
7. Cubrir con el queso, y dejar que se funda ligeramente con el calor de la hamburguesa, sobre la plancha.

Del montaje y emplatado

1. Lavar los tomates negros y cortarlos a rodajas.
2. Abrir los panecillos por la mitad, y añadir un poco de kétchup, sobre el pan de la base.
3. Cubrir con una rodaja de tomate negro. Salpimentar y espolvorear con orégano.
4. Disponer encima la hamburguesa con el queso fundido.
5. Cubrir con un tomate seco en aceite, escurrido.
6. Añadir un cordón de mostaza. 
7. Cubrir con la tapa del panecillo.
8. Servir acompañadas de rodajas de pepinillo y patatas chips.